En la práctica anterior hemos visto en que se basan las 3 etapas, incluida la actual y ahora en esta práctica vamos a analizar cómo esta sociedad de la información y el conocimiento ase implica en la escuela.
Como futuros maestros tenemos la obligación de educar a los niños para ser competitivos en este mundo y sociedad en que vivimos, donde lo principal es la originalidad, la creatividad, la innovación, el conocimiento y el pensamiento crítico. Eso sí, siendo conscientes de que hay que esforzarse y exigirnos cada vez más para obtener ideas nuevas y hay que enseñar a los niños a esforzarse también y superarse, pues la mayor satisfacción es el reconocimiento a ese esfuerzo.
Han cambiado mucho las cosas y los conceptos también. Por ejemplo, un avance que tenemos hoy en día en nuestra sociedad es la posibilidad de trabajar en algunas cosas desde cualquier sitio sin necesidad de estar físicamente en nuestro puesto de trabajo, son los teletrabajos, por lo que los horarios son más flexibles. Otro ejemplo de cambio es el concepto de amistad, que antes se relacionaba con el espacio y el tiempo y ahora a través de las redes no es necesario, ahora el espacio no se mide por la distancia sino por el tiempo que se tarde en recorrerlo, y esto es gracias a las tecnologías.
Hagamos ahora referencia al filósofo Zygmunt Bauman y a una serie de conclusiones que él considera que están pasando en la actualidad.
-“Modernidad líquida”. Este es el término con el que denomina a nuestra sociedad actual, los medios tecnológicos hace que tengamos un buffet libre del conocimiento a nuestro alcance. Esto hace pensar que no es necesario el esfuerzo pues tenemos la ventana abierta hacia la cultura, pero no es así, como hemos mencionado antes el esfuerzo es fundamental.
-“LA intolerancia al aburrimiento”. Hoy en día con todos los avances y mecanismos que tenemos se puede decir que es casi imposible aburrirse, para cada momento tenemos algo que podamos utilizar, bien por necesidad o bien por entretenimiento.
–“El efecto gran hermano”. Existe una competencia muy fuerte en nuestra sociedad, la solidaridad de grupo se difumina, se valora más el individualismo que lo colectivo, por eso lo compara con el programa Gran Hermano donde el objetivo es ser el ganador y cada uno tiene que velar por sí mismo para seguir en el programa hasta el final, consiguiendo que los demás sean expulsados, no importa lo que se tenga que hacer para conseguirlo. Este programa se refleja en la vida real, y desde la parte que a los maestros nos toca deberemos trabajar con los niños esta carencia de pertenencia al grupo que tenemos. La crisis actual está disolviendo todos los colectivos poco a poco con los recortes (la sanidad, la educación…).